estructuras de contención

MURO VERDE DE SUELO REFORZADO

El método constructivo consiste, esencialmente, en la interposición de geomallas de refuerzo entre sucesivas tongadas de relleno compactado.

La longitud de las geomallas (longitud de anclaje), su tensión nominal y su espaciamiento entre tongadas, dependerá de diversos factores exógenos (altura, sobrecargas, talud de la cara vista, etc.) y endógenos (densidad del material de relleno, ángulo de rozamiento interno, etc.)

La repetición de la secuencia constructiva (geomalla + tongada compactada), configura finalmente el muro de contención.

A partir de la creación del macizo reforzado así definido, pueden adoptarse diferentes acabados de la cara vista, dando lugar a:

MURO VERDE O ECOLÓGICO

Se trata de una estructura de suelo reforzado en cuya cara vista se dispone un encofrado perdido (formado por mallazo metálico) que permite el confinamiento de tierra vegetal entre el macizo reforzado y el paramento visto del muro.

Para asegurar el confinamiento de la tierra vegetal, sobre dicho encofrado metálico se instala una geomalla antierosión que evita la pérdida de la tierra vegetal y la confina hasta su revegetación.

El espaciamiento entre geomallas suele variar entre 50 y 75 cm, coincidentes con las hiladas del muro, y la inclinación de la cara vista podrá alcanzar entre 70 y 85º según las exigencias geométricas de la obra.

Ver Proceso

TALUD REFORZADO

Se trata de estructuras de suelo reforzado, cuya variación fundamental frente al muro verde o ecológico es que carecen de encofrado en la cara vista, es decir, no cuentan con mallazo electrosoldado en la misma para conformar el talud de diseño.
Por ello, suelen ser estructuras aún más competitivas económicamente.
El espaciamiento entre geomallas suele ser de 1.00 m y el talud de la cara vista será próximo a los 45º.
Una vez finalizada la estructura, sobre la cara vista puede disponerse una geomalla de control de erosión y tierra vegetal para proceder a la hidrosiembra, o bien adoptar otro tipo de acabados en función de la erosionabilidad del material de relleno empleado.

MURO SEGMENTADO (MURO DE BLOQUES)

En esta variante de las estructuras de suelo reforzado, la cara vista contará con unas piezas prefabricadas de hormigón (bloques) de distintos colores, geometrías y texturas.
El empleo de estos bloques en la cara vista favorece su empleo en entornos urbanos.

GAVIONES REFORZADOS

Los gaviones reforzados permiten disminuir la sección transversal propia de las estructuras de gaviones de gravedad, aprovechando las ventajas del macizo reforzado.
Gracias a la introducción de geomallas de refuerzo entre hiladas sucesivas de gaviones, puede reducirse el volumen necesario de éstos, hasta adoptar un ancho constante independiente de la altura del muro.
Con el empleo del macizo reforzado en el trasdós de los gaviones, puede reducirse la sección transversal de la estructura hasta los 0.50 m, reduciendo notablemente el consumo de gaviones y la necesidad de árido de relleno de los mismos.

GAVIONES

Los gaviones están formados por mallas metálicas rellenas con áridos de distintas naturalezas y granulometrías. Son elementos independientes que al colocarlos unos a continuación de otros, conforman hiladas horizontales de altura igual a la del gavión empleado. Se dispondrán unas hiladas encima de otras, dando lugar a la denominada estructura de gaviones.

La sección transversal del muro dependerá de la altura total de la estructura, las sobrecargas en coronación, la competencia del suelo de apoyo, etc.

B = (H + 1) / 2 (siendo B el ancho y H la altura del muro)

En función del tipo de malla metálica empleada, pueden ser:

GAVIONES DE TRIPLE TORSIÓN

La malla metálica empleada ofrece varias aberturas en función del árido de relleno a emplear, siendo las más habituales 80x100 y 50x70 mm, con diámetros de alambre de entre 2.00 y 2.70 mm
Cuentan con un galvanizado reforzado, que en función de las solicitaciones del entorno y la dificultad que revista la estructura para su revisión y mantenimiento, asegure su durabilidad según la Directiva 89/106/CEE.
Su empleo suele estar asociado a la obra civil, aunque en múltiples ocasiones son elegidos también para obras de urbanización.
Para el relleno de los mismos, pueden emplearse tanto áridos de canto rodado como procedentes de cantera, dando lugar a distintos acabados de la cara vista.
La longitud del prisma rectangular puede oscilar entre los 2.00 y los 4.00 m, su altura entre 0.50 y 1.00 m y la anchura entre 0.50 y 2.00 m. Con todos estos parámetros variables, el tamaño de los gaviones puede adaptarse a las necesidades geométricas de cada obra, tanto para conseguir el ancho de tongada necesario como para alcanzar la altura de diseño exigida.

GAVIONES ELECTROSOLDADOS

Están formados por mallas electrosoldadas, con luces y diámetros variables según las exigencias que emanen del cálculo de la estructura.
Su empleo, suele estar más asociado a obras de carácter arquitectónico que a la obra civil, aunque no existe ningún impedimento para su empleo en cualquier ámbito.
Como material de relleno, suele elegirse en este caso áridos procedentes de cantera (con angulosidad), que favorezca la “mampostería” en seco en la cara vista, dando lugar a acabados muy estéticos.
La elección de distintos tipos de áridos en una misma estructura, puede dar lugar al diseño creativo del acabado de la cara vista.